En los años 70 los hermanos Samsó iniciaron la aventura de aprender un oficio, estuvieron de aprendices en Cal Titella y después en Can l´Arqués donde aprendieron el oficio de “tocinaire” a partir de la matanza del cerdo y su aprovechamiento elaborando todo tipo de embutidos. Ellos transmitieran sus conocimientos a sus hijos los cuales continúan la tradición conservando fórmulas y métodos de trabajo hasta nuestros días.
Muchas veces tradición y rendimiento son dos palabras opuestas. En una pequeña empresa como la nuestra la tradición va por delante el rendimiento. En nuestra pequeña producción anteponemos la calidad por delante palabras como merma 0 y rendimiento. El primero, la calidad.
La digestión y las grasas no saturadas.
Nuestros embutidos cocidos son el resultado de la larga experiencia y tradición a lo largo de los años. Fundimos las grasas más saturadas con los procesos previos y así nuestros productos son más saludables.
Podemos certificar la ausencia de GLUTEN y sus trazas puesto que no está presente a ninguno de los ingredientes utilizados en nuestras fórmulas, habiendo sustituido condimentos tradicionales por otros derivados de otros vegetales.